Candidatos salvadoreños mantienen un “divorcio” con víctimas de violencia

San Salvador, 12 ene (EFE).- Los aspirantes a gobernar El Salvador, uno de los países del mundo más castigados por la violencia, mantienen un “divorcio” con las víctimas del crimen, situación que se refleja en la ausencia de propuestas para su atención integral, dijo en una entrevista con Efe el activista Abraham Ábrego. “En términos generales, el tema de víctimas no está muy reflejado en los discursos ni en los planes de gobierno” y eso “nos parece una omisión grave”, aseguró Ábrego, director de Acompañamiento a Víctimas de la organización centroamericana Cristosal.

El experto apuntó que “todavía hay ese divorcio entre los partidos políticos y la población que sufre las consecuencias de la violencia”, principalmente con las víctimas del desplazamiento forzado, fenómeno que en el Estado solo es reconocido por la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia. Una encuesta de la Universidad Centroamericana (UCA, jesuita), que fue acompañada por Cristosal, cifra en más de 235.700 a las víctimas adultas del desplazamiento forzado, generado principalmente por las pandillas y en un menor porcentaje por las fuerzas de seguridad.

Según cálculos de Cristosal, también unos 122.000 niños y adolescentes tuvieron que cambiar de centro de estudios por algún hecho violento o amenaza.“Es una tendencia que ha habido en la historia salvadoreña de no reconocer el tema de las víctimas, es lamentable porque suponíamos que en los últimos años ha habido una mayor conciencia”, apuntó Ábrego. El experto de Cristosal, la organización civil que más ha trabajado en el tema del desplazamiento forzado en los últimos años en El Salvador, señaló que este “divorcio” se debe, en el caso del oficialismo, a la deuda que el Gobierno tiene con las víctimas. “En el caso del partido en el Gobierno, es no querer reconocer que hay una desprotección y una deuda pendiente, y en los otros candidatos pasa por tener poca cercanía con la población que es víctima”, subrayó. Explicó que a estos dos factores se suma el hecho de que los candidatos están “enfrascados” en “ir a buscar a la población para convencerla de votar, pero no tanto para ver cuáles son sus necesidades”. “Si uno va a cualquier comunidad, va a encontrar que hay muchas víctimas” y los candidatos tienen “una visión poco centrada en las necesidades de los ciudadanos, porque somos un país muy violento que genera muchas víctimas y debería ser una prioridad nacional”, dijo.

El experto añadió que esta visión de los aspirantes al poder Ejecutivo se aleja de la opinión de la mayoría de salvadoreños, que “cree que hay que proteger a las personas desplazadas”. La referida encuesta de la UCA señala que el 92 por ciento de la población “está reconociendo que es muy importante emitir un legislación especial” que incluya “programas de atención integral para las víctimas”, según explicó una representante de Cristosal durante la presentación del sondeo, el pasado 9 de enero.

Pese a la distancia que los candidatos han guardado con las víctimas de la violencia, Ábrego destacó que existe un “pequeño avance” por parte del Ejecutivo de Salvador Sánchez Cerén, del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). Explicó que el Gobierno hizo una “corrección” a una propuesta de ley sobre atención a víctimas que prepara el Ministerio de Seguridad al incluir “un capítulo sobre desplazamiento”. “Está en Casa Presidencial todavía, falta concretar la voluntad política al presentarlo a la Asamblea Legislativa, pero por lo menos hemos visto un avance”, dado que “al parecer hay una posición de reconocer el desplazamiento”, sostuvo Ábrego. La mayoría de sondeos publicados en El Salvador dan la ventaja al candidato de la derechista Gran Alianza por la Unidad Nacional (Gana) y exmiembro del FMLN, Nayib Bukele, y ponen en segundo lugar a la opositora Alianza Republicana Nacionalista (Arena, derecha), que lleva al empresario Carlos Calleja. El excanciller Hugo Martínez, de la exguerrilla del FMLN, ocupa la tercera plaza con vistas a las elecciones del 3 de febrero próximo, comicios en los que su partido busca un tercer mandato consecutivo.

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