La organización no gubernamental Cristosal presentó el informe “Generación sin retorno” sobre la situación de la niñez, adolescencia y juventud víctima de desplazamiento forzado por la violencia. Según el documento, la mayoría de las víctimas aspira a huir del país. El Gobierno asegura estar tomando medidas.

“Vivía en un territorio controlado por el crimen organizado. Fue amenazado por la pandilla contraria a la de su comunidad, en un transporte público. El objetivo era realizar un reclutamiento forzado; cuando la pandilla del lugar de origen se dio cuenta también empezaron las amenazas. El director de la escuela en la que estudiaba le pidió que se cambiara de centro educativo porque representaba un riesgo”.

Esta es parte de la historia de Eduardo, un niño de 12 años víctima de desplazamiento forzado en El Salvador. Él es uno de los 675 niños, niñas, adolescentes y jóvenes que entre 2016 a marzo de 2018 se han visto obligados a huir de la violencia, según el informe de la organización Cristosal “Generación sin retorno”.

La zona del país más afectada por la problemática, de acuerdo con el documento, es la central. Despuntan los municipios de San Salvador, donde Cristosal registra 63 menores de edad desplazados, seguido de Soyapango con 49, Panchimalco con 28 e Ilopango 26.

El 51% de las víctimas son de sexo masculino, las cuales sufren mayor acoso de parte de agentes de seguridad y el 49% femenino, quienes son abusadas sexualmente u obligadas por maras o pandillas a las labores del cuidado.

https://www.arpas.org.sv/article/generacion-sin-retorno-menores-victimas-de-desplaz/